Actualmente existen una cantidad impresionante de filtraciones diarias sobre los nuevos modelos de la familia iPhone, sobre todo a estas alturas del año, resulta que en realidad la compañía tendría algunos estándares casi paranoicos para evitar la fuga de información y prototipos de sus smartphones.
Dejian Zeng, un estudiante de la Universidad de Nueva York y que por azares del destino tuvo la suerte de trabajar como obrero en las líneas de producción del iPhone 7 Plus, acaba de dar una entrevista para la gente de Tech Insider, revelando a detalle los protocolos de seguridad en la fábrica encargada de ensamblar el nuevo terminal con cámara de doble lente.
Zeng relata que en realidad el proceso de fabricación del iPhone 7 Plus inició con sus preparativos mientras el equipo de producción se encontraba enfocado al armado del iPhone 6s, lo que hizo que parte de la planta estuviera restringida a la visión por una enorme cortina mientras se integraba la línea de ensamble.
Una vez que todo estuvo listo para iniciar con la fabricación se incrementaron los protocolos de seguridad, con algunos filtros de acceso restringidos mediante sistemas biométricos, dos líneas de detectores de metales y hasta guardias que revisaban la pantalla de los smartphones de los managers con permiso para portar su smartphone.
Dejian también hace énfasis en algunos puntos delicados, como que aquellos que intentaban sacar un iPhone de la fábrica terminaban directo con la policía, así como otros detalles más ligeros, donde asegura que ellos desde el principio sabían que el iPhone 7 no tendría entradas para audífonos y sumaría una cámara de doble lente